Un llamamiento para preservar Tierra Santa y ayudar a su gente

Queridas amigas, queridos amigos, que el Señor les dé paz.
1. La experiencia de este último año ha sido realmente difícil para todos nosotros que vivimos en Tierra Santa. La guerra en múltiples frentes no solo ha traído muerte y destrucción, sino que ha sembrado más odio entre pueblos vecinos y hermanos. Muchas familias se han quedado sin trabajo, luchando por enviar a sus hijos a la escuela y pagar los tratamientos médicos para sus seres queridos. Muchas parejas jóvenes han tenido que posponer el sueño de formar una familia y tener hijos.
2. Nosotros mismos hemos enfrentado dificultades para pagar los salarios de los maestros y de los colaboradores locales que nos ayudan en los santuarios y en diversas obras sociales, además de afrontar el aumento del costo de vida debido a la guerra. Sin embargo, gracias a la divina Providencia, manifestada a través de la solidaridad de los cristianos de todo el mundo, hemos podido cumplir con numerosos compromisos económicos, tanto caritativos como institucionales.
3. Sin embargo, sentimos la necesidad de extender nuevamente la mano en un gesto de quien se hace mendigo por amor a sus hermanos: apóyennos con su oración; apóyennos volviendo a visitar los lugares santos como peregrinos, según sus posibilidades; apóyennos también económicamente, recordando que todo lo que ustedes donen, el Señor se los devolverá multiplicado cien veces.
4. El Viernes Santo, cuando en sus diócesis y parroquias se realice la Colecta a favor de los Lugares Santos, recuérdennos y sean generosos. Motiven a sus párrocos a no olvidarse de nosotros, quienes, por mandato de la Iglesia universal, cuidamos los santuarios de Tierra Santa y a los cristianos que viven alrededor de ellos. Motiven a los miembros de sus comunidades a ser generosos y recordar lo que Jesús mismo nos dijo: “Hay más felicidad en dar que en recibir” (Hch 20,35).
5. Será también gracias a ustedes y a su generosidad que podremos seguir cuidando de los lugares santos, hacer de ellos lugares de oración, acoger a los fieles locales y a los peregrinos, y llevar a cabo obras educativas como las escuelas, obras sociales como ambulatorios y dispensarios, hogares para ancianos y jóvenes familias, y obras de promoción humana como la acogida de trabajadores migrantes, desplazados y refugiados.
6. La Colecta del Viernes Santo ayuda a cubrir parte de estos costos, gracias a la generosidad de los fieles de todo el mundo, gracias a su generosidad. Por favor, donen con generosidad y alegría. Donen según la amplitud de su corazón. Nosotros seremos simplemente el canal a través del cual pasará su benevolencia, su caridad y su altruismo.
¡Ayúdennos a ayudar!
Fray Francesco Patton ofm
Custodio de Tierra Santa